domingo, 28 de marzo de 2010

Capítulo 7 parte 2

Posiblemente olvidada
Capitulo 7 parte 2

Era la única persona que conocía. Era un comienzo.
Es un chico diferente a los demás, y extraño. He ido a muchos institutos en mi vida, y en ninguno había conocido alguien como él, al que le importase tanto una mirada incluso más que estar con los amigos, alguien que analiza a las personas por dentro, acierta y te desconcierta. Y nunca te imaginas lo que va a decir.

Al día siguiente me desperté pensa
ndo que todo lo que había ocurrido, él yo y mis galletas, habían sido un sueño. Que había sido fruto de mi subconsciente nocturno. Pero me di cuenta, que esa irónica pero a la misma vez dulce manera de hablar, esa forma de picar el ojo, esa resplandeciente sonrisa, y esa belleza cegadora, era real.
Él no me caía bien, era como si lo supiera todo de mí, cuando no ha necesitado una vida para descubrirlo, y eso me fastidiaba.

Mi vida solo la conozco yo, y él por mirarme a los ojos, describía como era sin ningún error, ninguna falta, acertando absolutamente en todo. Pero al mismo tiempo, al no conocer a nadie del instituto, sentía la enorme necesidad de estar cerca de él, muy a mi pesar. Él se veía simpático, y además, guapo. Sin embargo, decidí no darle importancia a todo aquello que se estaba convirtiendo en mi tormento. Que no paraba de darme vueltas en la cabeza. Ese chico no tenía derecho a ocupar de ese modo parte de mi pensamiento.
No debería darle permiso para entrar… Y dejarme comer la cabeza gracias a sus actitudes. Desde ahora le quedaba denegado el paso. Ya no podría hacerme más visitas.
Mientras él salía por la puerta de salida de mis pensamientos, la idea de que es sábado y no hay clase, aparecía por la puerta de entrada sin avisar, invadiéndome de un ruidoso suspiro, poco habitual en mí. Hoy es sábado, no hay presiones. Soy libre.

Era mi primer fin de semana en Nueva Jersey, y nunca me había sentid
o tan sola en mi vida. Aunque me haya venido bien esta soledad, para adaptarme a mi nuevo hogar, relajarme y ordenar mi cabeza, jamás había pasado un sábado sola en casa incluso sin mis padres. En Detroit, y en los sitios en que he vivido, siempre he salido los sábados con mis amigos o con mis padres. Me resultaba extraño ese vacío. Pero no estuvo nada mal probarlo por primera vez. Quizás este es el lugar al que más me está costando adaptarme, y aún no entiendo el porqué. Papá y mamá me habían dicho que mañana domingo íbamos a salir al centro comercial para comprar ropa y cosas que necesitemos para nuestra casa. Así que decidí hacer mis tareas de clase lo más pronto posible para tenerlo todo listo. pensé. Nunca en ninguna escuela me habían mandado en un día tantos deberes. me dije. Matemáticas…a ver. Página 5, ejercicio 3. Difícil. No se si iba a poder resolverlo. Mierda. No lo entiendo. Odio la geometría avanzada, para mi era algo ilógico... Las letras me gustan mucho más que las ciencias, y me encantaría dedicarme a escribir y a las artes, aunque estas últimas si tengan que ver con los números. La vista se me quedó parada en un punto fijo con la mirada perdida y con la mente en blanco, fracasando en el intento de pensar la respuesta del ejercicio.


2 comentarios:

Eli dijo...

siii qe bnn qe regreeses a escribiir!! tu istoria es muy interesaante espero qe escribas prontoo otra vez plis
Eli*

**Marta** dijo...

has vueltooo, que bien, prefiero que le mantenga en la cabeza, porque yo aun me sigo preguntando por qué la conoce tan bien.
A mi me gusta también más las letras y el arte pero, me enuentro en ciencias estudiando jajajaja
escribe pronto y pasate por mi blog
besos

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